“Fue un encuentro poco corriente entre el amor y la ternura. En su camino no había duda. Tenía nombre de flor, vivía rodeada de palabras, adjetivos traídos por los pelos, verbos que crecían como la hierba, algunos se colaban de una forma oscura. En las historias de amor no siempre hay sólo amor, a veces, no hay ni un te quiero, y sin embargo, queremos. Fue un encuentro poco frecuente, la conocí por azar en un banco de la plaza, no abultaba mucho, no era más grande que una paloma. Allí estaba rodeada de palabras, de nombres comunes como el mío, me dio un libro, luego otros, páginas que estallaron. No te vayas todavía, tienes tiempo, espera. No es tu hora. Dame un poco más de tu vida. Espera. En las historias de amor no siempre hay sólo amor, a veces, no hay ni un te quiero. Y sin embargo... queremos.”