sábado, 31 de octubre de 2009
Paradoja
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS PARADOJAS? Las paradojas, al igual que el sudoku, el buscaminas o las aplicaciones del facebook, son un producto del aburrimiento del ser humano, y también al igual que estos tres, no sirven para nada. Su único objetivo es marear al que las lee, y el intento de resolverlas es una absoluta pérdida de tiempo. Algunos pensadores, sin embargo, creen que las paradojas son un invento de los extraterrestres, para tenernos ocupados con tonterías mientras ellos se preparan para dominar el mundo.
PARADOJA DE LA VERDAD ABSOLUTA
Según la premisa: "No hay verdades absolutas" desde luego nos damos cuenta que eso es absolutamente cierto, por consiguiente sí hay verdades absolutas, por lo que la afirmación no sería cierta, ni tampoco absoluta, por lo que entonces sería una afirmación correcta, volviendo a repetir todo lo anterior dicho.
PARADOJA DEL VIAJE EN EL TIEMPO
Es la que todos nos planteamos después de ver Regreso al futuro (también aparece en Futurama). Si tú viajas al pasado para matar a tu abuelo, entonces no naces. Si no naces, no viajas en el tiempo y no matas a tu abuelo, entonces sí naces, pero entonces viajas en el tiempo y matas a tu abuelo, pero entonces no naces y no viajas en el tiempo... Bueno, se entiende (o no).
La cuestión es, con todas las cosas que podías hacer en el pasado, ¿tenías que decidir precisamente matar a tu abuelo? ¿Es que no había absolutamente NADA mejor que hacer?
PARADOJA DEL BARBERO
También conocida como paradoja de Russell porque se le atribuye al actor Russell Crowe. En esta paradoja, el emir de un emirato (que es como el rey de un reino, pero en árabe) ordena que los barberos de todo el emirato sólo corten el pelo a aquellas personas que no se lo puedan cortar por sí solas. Entonces viene a verlo un hombre que es el único barbero de su pueblo y le dice: "si me afeito yo, entonces no me tiene que afeitar el barbero del pueblo, que soy yo; pero si no me puedo afeitar yo, entonces me tiene que afeitar el barbero del pueblo, que también soy yo. Y además, como los demás no vienen a la barbería porque se afeitan solos, estoy perdiendo clientela y me muero de hambre. ¿Me darías un sandwich de jamón?"
El emir piensa durante varias horas cómo solucionar el enigma/problema, y al final resuelve la paradoja... matando al barbero.
Moraleja de la cuestión: es sábado, llueve y la vida es una paradoja.
martes, 27 de octubre de 2009
Lo ideal hubiese sido verte volar
Esta vida es una pista deslizante como el hielo, así que cuida tu velocidad. Deberás abrir los ojos para estar siempre despierto ante lo que te pueda pasar. Y pasarán más de mil años y desapareceremos, pero algo nunca va a cambiar; mientras sigamos viviendo dominados por el miedo, y no lo sepamos enfrentar. Yo cuando no me creo capaz me acuerdo de los días que dejamos atrás es lo que me sirve para hacerme mas fuerte y llegar al final. Y si algo puede hacerme crecer es cuando caigo y vuelvo a levantarme otra vez. Porque la vida son instantes que se cruzan en el tiempo, la locura más brillante puede estar ocurriendo. Porque dándole la vuelta al peor de los momentos, abriremos nuevas puertas que nos lleven hasta el cielo. (8)
sábado, 24 de octubre de 2009
Impaciencia?
Internet no abre, Internet Explorer no responde, la máquina se traba, se pone todo en blanco, aparece el relojito de arena, y esas ganas de tirar la pc por la ventana, "Impaciencia" es la palabra.
La impaciencia conlleva casi siempre la realización de una mala escritura y por lo tanto una legibilidad baja. Es habitual entre personas impacientes el tipo de letra filiforme de tal manera que letras como la m aparecen como una línea horizontal. Los puntos de las ies suelen ser también horizontales y debido a la tendencia a escribir apresuradamente y de forma progresiva hacia la derecha las barras de las tes suelen ser más alargadas de lo habitual.
Claro, ahora me cierra todo (?).
miércoles, 7 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
El gran comunicador.
10/1/09
Hay algo que nos permite entender a los demás. Es lo que determina las elecciones y las desiciones; elegir un trabajo, elegir un estudio, elegir personas. No podemos elegir lo que no conocemos, ni lo que no entendemos, pero no podemos entender aquello que no conocemos, y no podemos conocer aquello que no entendemos. Se necesita una suspensión temporal del mundo propio, para poder ver el del otro. Entrar en ese mundo ajeno y ver las cosas desde su punto de vista, reconocer algunas de sus motivaciones y las razones que explican su comportamiento. Porque todos tenemos razones que explican nuestro comportamiento. La capacidad de ponerse en el lugar del otro no quiere decir compartir sus opiniones, ni estar de acuerdo con su manera de interpretar la realidad. No supone tampoco simpatía. La simpatía implica una valoración positiva del otro, reconocer o intentar entender no presupone valoración alguna. Una de las habilidades básicas para entender es saber escuchar, pero para que nos entiendan debemos también saber hablar. Cuando entendemos al otro, su manera de pensar, sus motivaciones, sus razones y sus sentimientos podemos elegir la manera más adecuada para transmitirle nuestro mensaje. Saber elegir la forma y el momento es la marca del gran comunicador.
Ok, No siempre voy a entender, y no siempre me vas a entender a mi. Esta vez yo tampoco sé como manejarlo, y no se me ocurre que se te pasa por la cabeza. Y digas lo que digas (que odio cuando lo decis) sé que te interesa, pero es lo que pasa cuando pasa esto, uno deja de estar seguro de algunas cosas. Pero supongo que voy a estar acá, como siempre... a veces llena de bronca y otras veces con mil cosas para decir, pero acá. Y así son las cosas, con miles de defectos, pero así son y así lo quiero...
-Cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido. Serás mi amigo y tendrás ganas de reír conmigo. Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán asombrados de verte reír mirando al cielo. Tú les explicarás: "Las estrellas me hacen reír siempre". Ellos te creerán loco. Y yo te habré jugado una mala pasada...
...alguna otra alusión?
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