6/11/09
Otro miércoles copado...sin lograr empezar el trabajo que semanalmente tenés que entregar, te levantas temprano, lo terminas, lo imprimís y te vas. Tarde. Pero te vas. Te subís al 203, te sentás, te acomodas, sacas el trabajo para corregirlo, lapicera en mano, auriculares puestos. No pasan ni 15 minutos y escuchas un ruido. El colectivo para. La gente empieza a mirar. OK, chocamos. Pasan los minutos, ya ibas tarde, la gente se empieza a levantar, parece que algo dijo el colectivero que no llegaste a escuchar porque, recordemos, tenias los auriculares puestos. La gente despeja el colectivo, no queda nadie, entendés que te tenés que bajar, lapicera en la boca, los apuntes se te caen, los auriculares arrastran en el piso. Esperas al siguiente colectivo, pensando lo cerca q estas de tu casa, y te tienta tomarte el que vuelve, pero te esforzaste tanto por terminar el trabajo, que IR tiene sentido. Al fin llega el otro colectivo y obviamente, vas parada. Mirás atenta y ves un señor con cara y posición de estarse por bajar. Pasan los minutos y te das cuenta que el señor estuvo así todo el tiempo, que NO se va a bajar, y que es su manera de sentarse. Mirás para otro lado, ves un nene, y ¿cuánto puede viajar un nene un miércoles a las 10 de la mañana?... Te parás al lado. Tenías razón, el nene se baja enseguida, pero al lado tuyo se para una señora mayor (entiéndase: vieja) y mas vale, le das el asiento. Finalmente te bajás, pero estuviste tan entretenida vigilando quien se baja que se te pasó bastante rápido. Te tomás el otro colectivo, caminás (bah, corrés) y entrás a la clase con el TP en la mano. Te sentás, y tu grupo te mira con cara de "no era necesario el trabajo". La señora profesora tenía mucho para corregir así que no los quiere, además de que no tomó lista. Termina la clase, volvés, con toda la sensación de haber ido... en vano (para ser educados). Llegás a San Miguel, pasas por la clínica, hacés las cosas que tenés que hacer, te retrasás. Llegás a tu casa y no hay nadie, y no sabes por qué, pero tenés un día tranquilo, así que no dramatizas, no te preocupas, y seguís de largo. Se hace la hora en que abre la óptica (se te rompieron los anteojos) así que vas, y los dejas, vas a buscar a tu hermana, calculaste mal la hora y llegas como 40 minutos antes, te sentás en la pequeña porción de pasto, mirando el colegio, te recostás contra el árbol cagándote de frío, y pensás todas estas huevadas que ahora estas escribiendo y que alguien al pedo está leyendo, para luego pensar dónde podes expresarte, recordás que Internet no te anda hace un par de días, y que cuando llegues vas a probar si anda, (y obviamente anda, sino nadie estaría leyendo esto). Llamas a tu amiga, esa que te va a bancar en este estado, y no atiende, te impacientas, te conectas, pero recordás que no tiene Internet (siempre te olvidas de eso) (como ahora, que la nombras indirectamente, y recién te acordás que no te puede leer) (pero la seguís nombrando, porque te das cuenta que querés hablar con ella -mierda!!!) (no te saques, mantené el dialogo) (disculpame, ¿vos hablas sola?) (da igual), suena una canción de la lista de reproducción que odias, la cambias, y te das cuenta que odias todas, que odias todo, que extrañas todo, que querés todo, pensás que capaz los miércoles hacen esto. Al fin suena el celular, y alguien del otro lado para que le cuentes todas las idioteces que hiciste en el día, porque bueno a alguien se las tenés que contar, sino entras en debate moral y eso te enferma. Querés q tu hermana deje de preguntarte las tablas... a penas podés decirle la hora con el reloj de aguja... hacé algo productivo, dejá de hablar sola, andate abajo y esto no es un block de notas, dejá de soñar con irte de vacaciones a los glaciares, con visitar el coliseo romano, la estatua de la libertad y el parque de la costa (?), dejá de pensar en por qué pusieron tierra en la fuente de la plaza San Miguel, en por qué el 203 es amarillo, en por qué tu cuarto no puede mantenerse ordenado y alejáte del tecladoo. Es un día raye, es la madrugada, necesitaba escribir esto...yo lo leo y con eso me alcanza. (Soy de géminis) (y por eso puedo hablar sola).
PD. A saber: puse tildes en las palabras que se me cantó. ¿Donde está melilu?
PD. A saber: puse tildes en las palabras que se me cantó. ¿Donde está melilu?