Aquí llega otra visita del Domingo por la mañana, escuchás a tu cabeza golpear la puerta. Te calzás los zapatos y te arrastrás afuera, en un día que no podría dar más. Pero ¿para qué? Y en tu cabeza sentís lo que no se supone que debas sentir... Tomás lo que querés, pero no lo conseguís gratis.
Necesitás más tiempo, porque tus pensamientos y palabras ya no durarán para siempre ... Pero no estoy segura de si alguna vez funcione bien.
Pero está bien. Está todo bien.
Cuando estás solo y empezás a escuchar las pequeñas voces en tu cabeza por la noche, sólo olerás las lágrimas desde lejos, así podés bailar hasta el amanecer... Pero... ¿a qué precio?
Y ¿sentís en tu cabeza lo que no se supone que sientas? Tomás lo que querés, pero la esperanza no llega gratis, necesitás más tiempo, porque tus pensamientos y palabras no durarán para siempre. Y no estoy segura si eso alguna vez funcione bien... ¿Funcionará en algún momento? Porque no suele funcionar nunca.
