Soñé este diálogo:
-Mauge, ¿te estás oscureciendo?
-No
-¿Y dónde la tenés?
-Debajo de la cama.
-Que venga.
-No puede.
-¿Por qué?
-Duerme.-Que se levante.
-No puede.
-¿Por qué?
-No sabe donde dejó los zapatos.
-Dale unos tuyos.
-No puedo.
-¿Por qué?
-Tampoco sé dónde los dejé.